Formas livianas
Para soñar y jugar
y no descansar
Formas livianas
Para soñar y jugar
y no descansar
En una gruta
Oculté mis tesoros…
¡Es su momento!
Suave ternura
Me transmiten tus manos,
Amor sanador
Quiero ser de mar
y quiero ser de tierra,
ser de la Vida.
Un dulce sueño
mece mis esperanzas.
¡Vivo sin miedo!
Envuelta en mi traje de Luz,
danzo y renuevo mis energías
al ritmo de que marcan los guías,
recibo a la Primavera en plenitud.
Surco a diario
El mar de mis emociones…
¡Y encuentro mi paz!
Aquí dejo el dossier de presentación que ha realizado Gabriela, mi nieta, estudiante de un doble grado de Bellas Artes y Turismo, como ejercicio de clase.
¡Espero que os guste tanto como a mí!
De la mano de Juana Martín Ramírez – Gabriela Doctor Segovia
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El mensaje de este ángel nos indica que debemos oír más a nuestro corazón y comunicarnos más con el Gran Espíritu, para así llegar a una total armonía con nuestro alma.
El ser humano siempre está a la búsqueda de algo que le llene, que le comprenda y que le aporte amor, felicidad y equilibrio. Buscamos incesantemente la comunicación con otros seres para que nos aporten todas esas cosas de las que nos sentimos tan necesitados.
Si tenemos paciencia y escuchamos a nuestro corazón, tal como nos aconseja el ángel, es posible que se encienda en nosotros una luz interior que nos diga que no hay nada como la felicidad de encontrarse bien uno mismo, física y moralmente.
Podemos practicar en una habitación a solas, tal vez con una música adecuada, un incienso y una vela, de modo que encontremos la calma necesaria para meditar y escuchar los latidos de nuestro corazón, los cuales nos guiarán a ser mejores con todo el mundo, incluso con nosotros mismos, pues no hay mayor felicidad que la de estar en paz con nuestro espíritu.