Desde bien pequeña, mi alma me suplicaba que la volcara a través de la creatividad en formas y colores múltiples, y así se lo transmití a mis padres.
Sin embargo, circunstancias de la vida me empujaron por otros caminos y, mientras mis sueños dormían, esperando el momento de hacerse realidad, mi cuerpo y mi mente se cernían sobre una realidad muy distinta de la soñada.
Y llegó el momento en que mis «obligaciones» familiares, sociales y laborales comenzaron a disminuir sus exigencias al tiempo que se abría una puerta que hasta entonces había permanecido cerrada para mí. Entonces, hace ya algunos años, comencé a asistir a clases de dibujo y pintura, como siempre había deseado.
Desde ese momento, me dedico a plasmar mi visión del mundo, mis sensaciones y mis vivencias a través de mis pinturas, con el único deseo de comunicar ese mundo interior que tanto tiempo guardé sólo para mí a la espera del momento adecuado para compartirlo.
Y ese momento ya ha llegado.
Deseo de corazón que disfrutes con estos ángeles tanto como yo lo he hecho al pintarlos.